Por J. Humberto Cossío R.
Fotografía tomada del sitio: www.milenio.com
Es bellísima y emociona contemplarla.
Pasear al amparo de su luz era costumbre de los culiacanenses de
hace bastantes décadas.
Nos sentíamos parte de su magia.
Las cosas cambian.
Las generaciones se han vuelto tecnológicas y el celular es
el que rifa.
Todavía quedamos viejos y la luna de octubre sigue
maravillándonos.
Por desgracia, ya no salimos para los paseos nocturnales.
Puede que me asome a la banqueta.
Pero es peligroso por las balas que con frecuencia surcan el espacio y nos
puede llegar la mala suerte.
La sala o nuestra recamara son el escudo que tenemos.
Nos privaron de las noches de octubre.
Todo comenzó con el fallido operativo para poner tras las rejas a Ovidio
Guzmán el 17 de octubre del 2019.
Lo detuvieron fuerzas especiales y Andrés Manuel López Obrador ordenó que lo
soltaran.
Se le arrugó el deste, o el operativo se llevó a cabo sin dar el aviso al Presidente y sin
saber de los acuerdos de la delincuencia organizada con Palacio Nacional.
Sepa la bola, pero nos robaron octubre a Culiacán.
Y seguimos secuestrados por causa distinta.
La entrega del señor Ismael Zambada a las autoridades del señor Donald Trump,
nos quitó la relativa calma en la ciudad.
La guerra de Chapitos y Mayos ha dejado saldos muy altos de muertes y robos
De vehículos.
Cierre de empresas o modificaciones de horarios en los restaurantes por la
ausencia de su clientela nocturna.
Claudia nos manda tranquilidad en sus mañaneras.
Chapitos y Mayos se pitorrean de sus declaraciones.
Las fuerzas fácticas imponen su ley.
Ya pasamos del año y las cosas siguen igual o peor.
Nuestra zalea es la que se encuentra en riesgo.
La saliva de Claudia Sheinbaum no es cosa que aplaque a los dueños de
las poderosas armas.
No saldré a pasear las noches de octubre.
Paso y pierdo, dirían los jugadores de baraja.
Que bella mi luna de octubre.
Que tristeza que no pueda gozarla.
El, o los que entregaron al señor Zambada la
regaron.
Estamos sitiados y sin las salidas de octubre.
Se llevaron entre las patas a Melesio Cuén.
Hermosa la luna de octubre.
Hasta mañana.
