Las elecciones para elegir Presidentes es algo que no se da en todos los países; en este planeta llamado tierra que es en el que nos tocó habitar, la diversidad de países se asemeja a la diversidad de sistemas de gobiernos.
Para nadie es desconocido los sistemas de gobierno que han existido y existen hoy en día: monárquicos, comunistas, socialistas, republicanos, civiles, militares y, en todos, los que siempre llevan la peor parte son los ciudadanos.
Los países que aún en este silgo XXI conservan esa tradición de la monarquía, en la que la máxima autoridad es el Rey o la Reyna, ni que decir, pues ante la mirada de todos los ciudadanos del mundo, viven como tal, con su familia y la corte que eligen tener, sus súbditos les mantienen su vida de lujo y derroche.
En aquellos sistemas comunistas y socialistas a los que, los países capitalistas tanto han desprestigiado y temido, cuyos principios fundamentales de gobierno era, el manejo de los bienes del Estado en beneficio de la ciudadanía para que existiera bienestar e igualdad entre todos, fracasó; ya no había un Vladimir Ilich Lenin, ni un Carlos Marx para defender esas teorías, y ahí estaba, Iósif Stalin que, entre la dirigencia del Partido Comunista y Presidente de la Unión Soviética duro 42 años en el poder; a un Vladimir Putin, aproximadamente 20 años eternizado en el poder, aplicando no la igualdad, sino una represión brutal contra los ciudadanos que se manifiestas contra esa dictadura impuesta.
Y es la historia de muchos países en los que los primeros ministros, presidentes, y reyes se eternizan en el poder hasta su muerte, habiendo acumulado poder y enormes fortunas.
En nuestro país, México, presumimos tener un sistema de gobierno Republicano, cuyo significado es: “forma de gobierno en el que el poder reside en el pueblo, representado éste por un jefe supremo llamado presidente elegido por la nación o sus representantes” (diccionario enciclopédico Larousse).
A través del tiempo las reformas hechas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o Carta Magna, ha sufrido varias reformas, entre ellas la división de poderes el: Ejecutivo (presidente); Legislativo (diputados y senadores) y el Judicial (ministros, jueces, ministerios públicos). Cabe decir que, ninguno de ellos se salva de la corrupción que los invade y que esta a la vista de todos.
En la actualidad la ciudadanía llegamos a entender que, esa división de poderes fueron negociaciones entre la clase política para distribuirse entre ellos el poder y la riqueza de México; los ciudadanos, como en las monarquías, ser silenciosos contribuyentes manteniendo a una clase política ambiciosa, corrupta represora e impune, es lo que nos ha venido tocando.
Las elecciones para elegir a presidentes, gobernadores, diputados y senadores y presidentes municipales, nos dan una muestra fiel y contundente de la corrupción que en ellas se maneja; primero, se hacen unas alianzas entre Partidos políticos, vergonzosas, insultantes y oprobiosas; nos hacen creer que elegimos nosotros a los candidatos, ¡falso!, todo entre ellos lo negocian; se gastan miles de millones de pesos promocionando su persona, aunque tengan cuantas pendientes con la justicia y una larga cola de corrupción que pisarles.
Para el 2024, se dará por terminado el sexenio de Andrés Manuel López Obrador; desde principios del 2022, él dio los nombres de 3 de su posible sucesor; llamó a ese acto en su mañanera: “destape de corcholatas”, 2 hombres miembros de su gabinete y una mujer, jefa de gobierno de la ciudad de México.
A raíz de ese hecho los mencionados en su entusiasmo no les importo ni que los adjetivara como “corcholatas” y, no con el debido respeto, como candidatos y menos les ha importado la responsabilidad de sus respectivos trabajos, se han dedicado a promocionarse como candidatos a la presidencia para el 2024 y gastando miles de millones de pesos promocionando su persona.
Ni a los miembros del Partido MORENA, les preguntaron si están de acuerdo, menos a la ciudadanía y vivimos en un sistema REPUBLICANO, donde el poder lo tiene el pueblo y donde lo que se supone debe prevalecer es, la DEMOCRÁCIA.