
Por J. Humberto Cossío R.
Sin carro para que no se acongoje.
Tomada de la mano de su dulce y sinaloense
esposo.
Sin guaruras para que no estorben su idílico caminar muy juntos
uno del otro.
Ella lo dice en sus mañaneras una y otra vez que los problemas en
Sinaloa los causa la sequía.
Es el momento Doña Claudia, la naturaleza ha sido prodiga en este mes y
las lluvias humedecieron el ambiente.
Se fue la sequía y también los peligros en su muy apreciable punto de
vista.
¡Ay!, señora Claudia, o nosotros somos muy pendejos o usted nos gana cualquier
carrera.
La Guardia Nacional, Ejercito, Marina, Policías estatales y municipales le cuidarán su sueño en Mazatlán.
Un favor Doña Claudia:
Préstenos sus vigilantes por un mes para saber que se siente ser cuidado como
a usted.
Es un fraude la seguridad de la cuatro T.
Llega García Harfuch y prende la mecha en Culiacán.
No puede parar a la delincuencia y sus cuentas alegres son producto de los buenos
vinos o quién sabe que otra cosa.
Para el gobierno federal todo es color de rosa en Sinaloa.
Para nosotros, el color negro no es suficiente para describir el color que nos
arropa.
Que viva Claudia Sheinbaum.
Que viva su marido.
Abajo la ciudadanía y otras vivas para la delincuencia
organizada.
No se le cae de la boca el nombre de Andrés Manuel y nos empieza a repugnar con
Esas zalamerías para el que ya no vive en Palacio Nacional.
El muerto al pozo y el vivo al gozo.
Eso queremos de Claudia Sheinbaum.
Que disfrute su presidencia y que nos convide a los mexicanos de sus
Gozos.
Apesta Andrés Manuel y contamina al País con su recuerdo.
De nuevo le hago la invitación a Claudia, para que venga a Culiacán y nos haga el favor de ponernos el ejemplo de caminar de noche sin guaruras.
Sería maravilloso contemplar sus andares.
Nos daría explosiva confianza.
No me digan nada.
Es cierto que son sueños de opio y así la
dejamos.
No quería creerlo que doña Claudia es manejada por el
que vive en el rancho “La Chingada”.
Ella se lo pierde.
Hasta mañana.