CHISPAZO
¿A QUÉ VIENE LA SEÑORA PRESIDENTA?
Felipe Guerrero Bojórquez.
Regresó Batman Harfuch a Ciudad Gótica. Se fue entre llamas y regresa entre llamas. Es literal, porque la modalidad de la guerra entre la chapiza y la mayiza no es solo incendiar vehículos, sino también negocios y casas, independientemente de los asesinatos y secuestros.
Nada a cambiado desde que llegó a Sinaloa el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana Omar García Harfuch, y tampoco desde que se fue y volvió a regresar. Es cierto, no se puede negar que ha habido detenciones de generadores de violencia y decomiso de droga, pero la guerra no ha bajado de intensidad como dicen las autoridades estatales.
Para el próximo 22 de diciembre estará en Sinaloa la Presidente Claudia Sheinbaum, por eso el regreso de García Harfuch. No solo para planear la agenda, definir los puntos dónde va a estar y trazar toda la logística de seguridad, sino para construir todo un parte de novedades que se traduzca en verdaderos golpes a la estructura de las facciones en pugna, decomisos de droga, armas y detenciones.
Claro que no estará aquí la mandataria esperando todo lo contrario, es decir, que la guerra se intensifique y que por lo mismo el saldo rojo aumente. He ahí el reto que tiene enfrente el flamante Secretario de Seguridad Pública Federal. Sin embargo, pudiese en estos días, de parte de las facciones, darse una especie de tregua no negociada; un repliegue estratégico para no verse afectados ante la presencia de la mandataria Sheinbaum, pensando en que por esta circunstancia podrían ser combatidos «con toda la fuerza del Estado». Así «ganarían» relativamente todos.
¿Pero a qué viene Claudia Sheinbaum a Sinaloa? Ella ha dicho que a evaluar obras pendientes. Hasta hoy todas las obras significativas en el estado vienen desde el período de Peña Nieto y no precisamente del sexenio de López Obrador. Por ejemplo, las presas Santa María y Picachos, su infraestructura central, fueron construidas entre los períodos de Calderón y Peña Nieto; a AMLO le tocó la parte del sistema de riego. Igualmente, durante el período de Peña Nieto se construyó la mayor parte de la infraestructura de las carreteras Choix-Chihuahua, Badiraguato-Parral y San Ignacio-Tayoltita, obras que atendió centralmente el entonces gobernador Quirino Ordaz. Por eso la pregunta es: ¿A qué obras se refiere la Señora Presidenta?
A menos que para su segundo período el gobernador Rubén Rocha ahora si presente un plan de obra pública significativo, que vaya más allá de las pavimentación de calles que normalmente le corresponde a los ayuntamientos, o de tramos carreteros y puentes en algunas comunidades alejadas, o bien de dos o tres pasos a desnivel cuya construcción, de algunos de ellos, es inversión del gobierno federal. En fin, esperemos que ahora sí detone la obra pública en Sinaloa y que la mandataria venga a hacer novedosos anuncios en la materia.
Pero regresando a la dramática realidad de la guerra ¿vendrá a caso la Presidenta a enviarle al pueblo de Sinaloa, particularmente al de Culiacán, un mensaje de esperanza y de compromiso casi en la víspera de la Navidad? O vendrá a decir que no pasa nada, que todo está muy bien, que los índices delictivos ya bajaron y que lo que ocurre son inventos de «nuestros adversarios». ¿Vendrá a caso a respaldar, como lo ha hecho en otras ocasiones, al gobernador Rubén Rocha argumentando que es un activo «de nuestro movimiento» y que todos los señalamientos hacia él provienen de los neoliberales y conservadores? Es muy difícil pensar que venga a lo contrario, aunque algunos opinadores digan que el gobernador ya es un estorbo o un «cadáver político». No, en la línea ideológica de la Cuarta Transformación no es admisible que alguno de sus miembros sea corrupto o ineficiente, aunque a los ojos de todo mundo si lo sea. El manto protector cuatroteísta lo purifica todo. Solo los adversarios y los neoliberales están corrompidos.
En fin, el próximo domingo realmente sabremos a qué viene la Señora Presidenta.
