POR RODRIGO DE TRIANA
LOS FRENTES DE GERARDO
El alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, atraviesa por lo que algunos analistas se atreverían a calificar como una tormenta perfecta, esto por una profunda crisis de gobernabilidad ocasionada por un choque con la CFE, por un lado, y por el otro contra la Auditoria Superior de la Federación, todos por asuntos que tienen que ver con el dinero, los pesos y los centavos.
La CFE alega que la administración vargaslanderista no ha cumplido con sus compromisos de pago en el suministro de energía eléctrica, situación por la que ha tenido que cortarle el servicio al municipio, afectando muy severamente los servicios públicos que prestan a los ciudadanos ahomenses.
No hay alumbrado público. Las calles y avenidas de la ciudad de los Mochis son verdaderas bocas de lobo con la repercusión adicional de que el abasto de agua empieza a fallar en amplios sectores de la ciudad.
Vargas Landeros —quien además luce un evidente quebranto en su salud— asegura ante el público que las negociaciones con la CFE ya están en la fase de un buen acuerdo, pero la CFE tiene otros datos porque el suministro de electricidad a la comuna ahí está, continúa a la vista de todos los ciudadanos.
Con la ASE, Vargas Landeros sufre un fuerte acoso de parte de auditores que le practicaron una revisión en el destino y uso de los recursos federales, tales como FORTMUN y FISEM que se aplican para la seguridad pública y programas sociales del ejercicio 2022 y el resultado de la revisión constituyen noticias nada agradables para el alcalde morenista.
Incluso la ASE le ha estado requiriendo con voz alzada y tronante el cumplimiento de una solicitud de entrega de documentación que tiene que ver con sus datos personales, tales como su INE, copia simple de su nombramiento, el teléfono de un contacto, información de sus generales, documentación que Vargas se ha resistido entregar quesque porque no ha recibido una solicitud que le debieron hacer hecho en tiempo y forma, pero los auditores de la ASE le han replicado que se la entregaron a un empleado de Tesorería municipal identificado como “A. Gámez” quien se las recibió poniendo el sello y firma de haberla recibido.
Para hacerla de más emoción, el equipo jurídico de Vargas Landeros le contestó a la ASE que al hacerse una revisión en la nómina municipal se encontró que no existe un empleado con los generales de “A. Gámez”, dando por seguro que esa solicitud es hora que no ha llegado a sus manos. No ha sido respondida la solicitud porque la administración vargaslanderista la da por extraviada o traspapelada. En la ASE creen que esta reacción es parte de una táctica dilatoria, un plan para ganar tiempo.
Con un estado de salud evidentemente quebrantado, con una CFE que exige el pago total de todos los adeudos que arrastra el ayuntamiento de Ahome, sin tener capacidad económica para responder y con la fuerte presión de la ASE cuyos auditores ya le miden la soga que le van a poner en el cuello, el alcalde Gerardo Vargas Landeros espera ansioso y con angustia la visita piadosa del gobernador Rubén Rocha para exponerle sus desventuras y pedirle que lo salve.
QUE AL AYUNTAMIENTO DE MAZATLÁN SE LE VE COMO EL PERRO FLACO AL QUE SE LE CARGAN TODAS LAS PULGAS
En el asunto de las demandas, al Ayuntamiento de Mazatlán lo ven como el perro flaco al que se le cargan todas las pulgas.
Se ha vuelto un deporte entre las mafias abogaderiles pegarle a las finanzas de la comuna por la vía de las demandas civiles para volverse millonarios de la noche a la mañana.
Al alcalde Édgar González, según nos dicen, ya no siente lo duro sino lo tupido. Apenas se va enterando de una nueva demanda cuando le avisan de otra.
Lo traen “lázaro” los despachos jurídicos.
Han estado llegando demandas civiles hasta de los que menos se piensa
Por ejemplo, según nos dicen, los directivos del Club Venados de Mazatlán, concesionarios del estadio Teodoro Mariscal, ya entablaron la suya, exigiendo 28 millones de pesos por concepto de reparación de daños y perjuicios causados en los tiempos en que el Químico Luis Guillermo Benítez Torres asestó un corte loco en el servicio de agua potable, alegando que había una toma clandestina en este espacio deportivo.
Son tantas las demandas haciendo cola que los montos exigidos como reparación de daño o indemnizaciones debe andar en la friolera de los 3 mil millones de pesos.
¡Ouch!