POR RODRIGO DE TRIANA
OOOOOTRA DE LOS HERMANOS MACANA
Resulta que el escándalo nacional y hasta internacional vuelve a hacer resonar los nombres y apellidos de dos conocidos empresarios mazatlecos a quienes en el argot financiero y político se les identifica como los Hermanos Macana.
Resulta que la bomba mediática tronó cuando se descubrió que el acta de nacimiento del pitcher cubano de los Leones de Yucatán, Onelki García, fue expedida el 14 de junio de 2022 en…. ¡Concordia, Sinaloa!
¡¡Ñaaaacas!!
Y Santa Rosa milagrosa, ¿quién fue el autor de tan semejante “milagro”? Pues nada menos que el oficial del Registro Civil, Eduardo Lizárraga García, quien desde el 1 de marzo del 2011 trabaja en la Secretaría General de Gobierno como Oficial del RC.
Hete aquí que este funcionario estatal se aventó el boleto de asentar que el 14 de junio del 2022, un padre y una madre de origen cubano le cayeron en su oficina para registrar a su hijo como mexicano, nacionalidad que, según indica el documento, le otorga Onelki García Maso, un campesino que vive en Guantánamo.
A más de 3 mil kilómetros de distancia entre esa población sinaloense y la provincia cubana, de acuerdo con un reporteo de Proceso, contesta el teléfono el papá de Onelki García, quien reconoce que nunca ha viajado a México. Tampoco su esposa, pues ella falleció en 2015. Cuando se le pregunta sobre sus orígenes mexicanos que están asentados en el acta de nacimiento de su hijo divaga un poco. Dice que no recuerda si sus padres o sus abuelos eran mexicanos.
Nos dicen que en estos momentos en el tercer piso hay gritos destemplados y en la Dirección estatal del Registro Civil hay pánico.
LOS TIEMPOS DEL AGANDALLE LLEGAN AL FAM
Nos pusieron la tarea de encontrarle un nombre y apellido a este personaje:
Va:
Cómo no la quisieron en Morena hay viene pa´tras, ahora trata de acomodar su cuerpo en la estructura del PRI, busca abrirse paso a punta de codazos, y no precisamente en las filas de infantería o en alguna posición de las de arribita sino en el puente de mando.
Intentaría apoderarse del trabajo de reconstrucción del PRI que, de manera libre, consciente y con la voluntad de un kamikaze, logró José Luis Arreola en los brutales tiempos de la desolación absoluta tras el tsunami de los morenos.
Lo más cañón del asunto es que ya convenció a Paola Gárate, dirigente estatal del PRI, para que la instale como líder de ese partido en Mazatlán.
Nos dicen que allá andaba en el Centro de Convenciones muy pegadita con Xóchitl, con todo y sus ojitos brillando y sonrisita maliciosa porque sabe que el despertar del fenómeno Xóchitl le puede traer el beneficio colateral, amplio y absoluto, de alcanzar cuando menos una diputación local.
No cabe duda que el refrán de que unos corretean la liebre y otros son las que la alcanzan resulta ser a veces muy fatal para las aspiraciones románticas
¿A poco no?
AHÍ VIENE EL MENY
Nos dicen que el secretario general del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Sinaloa, Manuel de Jesús Guerrero Verdugo, ya recibió la señal de su jefe político en el estado para que comience a moverse y muestrearse, no vaya ser que lo ocupen en el 2024 para cubrir alguna candidatura.
Pero eso sí, nos comentan, no debe echar las campanas al vuelo porque esta administración se está revelando como el sexenio de los ahijados y ahijadas.
Nos dicen que para Mazatlán, el gobernador trae entre ceja y ceja lanzar e impulsar la postulación de su ahijada Estrella Palacios, hija de su compadre Renato Palacios, como candidata de Morena a la alcaldía.
En Culiacán instaló a Juan de Dios Gámez Mendívil, hijo de su querido compadre Juan de Dios Gámez Aguilar, con quien, según el amigo y camarada mutuo Jaime Palacios Barreda, el hoy gobernador Rubén Rocha Moya, “caminaban juntos, militaban juntos en el Partido Comunista Mexicano, en la universidad y fuera de la universidad”.
Y justamente en la rectoría de la UAS, siguiendo esa lógica, el dirigente estatal del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, aseguró que el gobernador Rocha estaría orientando sus baterías para tumbar a Jesús Madueña e instalar a otro ahijado.
¡Órales!